domingo, 27 de diciembre de 2009

LA PAUTA











Cuando la Pauta era aún un lugar secreto, era como una diversión organizar expediciones para buscarlo. Alguna pista teníamos, pero estaba bien escondido. En una de esas expediciones, en que aprovechábamos los días de mal tiempo, hasta tres coches embarrancaron, pero aquello bien embarrancados en las embarradas pistas de esta banda del Montsec. A la tercera va la vencida y a la tercera la encontramos. Bueno, el día del embarrancamiento general ya íbamos bien orientados pero…
Que sitio tan bueno, demasiado para ser verdad: que tacto. Para mi el tacto es una de las cosas que más aprecio en una buena pared: la adherencia, el pincho, el grano. El tacto es lo que transmite las mejores sensaciones. Cuando el tacto se pierde, desaparece el encanto (véanse paredes pulidas). Tacto. Y aquí es casi perfecto. Las vías eran todas buenísimas, el lugar perfecto, el equipamiento moderno, aunque chapucero.
Con el tiempo cayó en desuso y en el olvido. Sólo alguna romántica y esporádica visita de tipos despistados o nostálgicos. Las matas volvieron a ocupar el lugar que les corresponde por derecho propio y la pared durmió.
No hace mucho, la Lerisde Conection actuó, reequipó y amplió la pared, de nuevo luce una época dorada y las posibilidades aún existen. Volveremos en busca de EL TACTO.


































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