Roca perfecta de principio a fin, variedad de pasos, ambiente y dificultad definen una de las bonitas vías de la Roca Alta. Zona de invierno por excelencia, la poca longitud de los itinerarios permite un horario tardío y permanecer siempre a salvo de las nieblas anticiclónicas. Abrir esta vía fue un verdadero disfrute, a pesar de algún embarrancamiento con el coche, rescate incluido, esa calidad de roca sabíamos que sería difícilmente repetible. El último largo, el difícil, lo abrió Cristóbal, haciendo gala de su saber hacer. En los primeros metros, los más difíciles, los seguros están bastante cerca, pero a medida que ascendemos, el canto gana en profundidad, los antebrazos en hinchazón y la distancia en metros. Tras varias repeticiones, al final pensé de colocar alguna V entre medio de los paraboles, pero poco después aparecieron los aliens, solucionando el problema.Cuando necesité una foto para la portada de la guía, inmediatamente pensé en este perfecto muro, engañé a David y Javi, para hacer la excursión y fuimos por faena a la cima y directamente al largo en cuestión.
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