jueves, 22 de enero de 2009

LA VISERA - EL ZULÚ DEMENTE







Para mi, esta es la VÍA de Riglos. La más estética y bonita.
Una conjunción de supercanto y patio, típico de la región, a un precio asequible. Uno tras otro se suceden los largos, de una dificultad homogénea, hasta llegar al último de ellos, netamente más difícil. Este transcurre justo por el centro del final de La Visera con su pronunciado desplome. Im-prezionante. Es posible trampear, pero aún así, hay que escalar. Recuerdo el susto que tuve en la entrada de la buitrera, toda blanquita de las caquitas, con los dedos humedecidos por el sudor de la mezcla de calor, cansancio y cierto acongoje por el patio. Patinazo de los dedos, milagrosamente detenido un palmo más abajo por un bolo providencial. Hubiera sido una caída sana pero demasiado impresionante para mi débil corazoncito.

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