lunes, 29 de diciembre de 2008

MONTSEC DE RUBÌES - CINGLE DEL PAS DE LES EUGUES






















El otro día quedamos con Albert en La Pauta, para disfrutar de su magnífica roca y los recientes reequipamientos y aperturas. Pasado el Port de Comiols el espectáculo es brutal, un inmenso mar de niebla que se extiende hasta el infinito y con Montserrat surgiendo de la nada. A los pocos metros de descenso, nos engulle como a los diminutos seres que somos.
Pienso que después el terreno se eleva y que escalaremos al sol de invierno en camisetita. Navegamos por la niebla con muy escasa visibilidad. Las pistas embarradas y la situación poco evidente del aparcamiento, si no se ve la pared, hacen que nos lo pasemos de largo sin enterarnos. Aparecemos en un pueblo y dudamos de nuestra posición exacta. Preguntamos, y con una leve sonrisa (estos turistas…) confirmamos que nos hallamos en Garzola. De todas maneras con esta niebla es imposible escalar aquí. Llamo a Albert, el emigra hacia Áger y nosotros de cabeza a Vilanova. Para asegurarnos el tanto decidimos subir hacia la pista de Rubies, bien altitos, aunque con algo de nieve, el sol lo tenemos fijo.
Se me ocurre como buena alternativa el Cingle del Pas de les Eugues, tengo un buen recuerdo de mi anterior visitas y algunas vías que no me dio tiempo a probar. En total son 14 itinerarios, de 30 metros de media, entre 6a y 7b+, pero con claro predominio de 6b+/c. Muchas de las vías sólo tienen un paso difícil, aunque no todas, la roca es absolutamente magnífica, con franjas de diverso calibre, tramos desplomados y belleza de movimientos. El grado es de aquel que no se rebajará. Uno de aquellos maravillosos lugares dónde dificilmente coincidiremos co alguien.
Temperatura perfecta e impresionantes vistas sobre el mar de nubes, al final el día acaba bien, para lo que pintaba de buena mañana. Además remato todas las cuentas pendientes y termino bien petado, que es lo que interesa.

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